"Llevaba la bolsa vacía pero siempre que entraba la mano en ella, era capaz de extraer la magia de las palabras para regalársela a todo aquel que las quería. Escribía por las noches, robándole horas al tiempo al sueño y a él mismo. Un día al entrar la mano descubrió con incredulidad que no podía sacar más palabras. Y lo peor era que necesitaba con urgencia las palabras, silencio, mañana, beso, mar y cielo. Esas por no citar otras de menor importancia para el escrito: Dos adjetivos, un adverbio, un verbo auxiliar, uno reflexivo. Que espanto."

lunes, 2 de marzo de 2009

(11) TORPEZA DE UNA VIDA TRISTE por David Malpartida

En días de recuerdos, siempre la tenía en mi mente. Cuando me apunté a clases de dibujo artístico allí la vi por primera vez, con sus manos que reflejaban tristeza, con un lápiz de madera en la que dibujaba ángeles que parecían tener una expresividad increíble, pero que a todos les faltaban las alas, era como un castigo el no poder mirar al cielo. Ella dibujaba casi sin confundirse, el lápiz que utilizaba tenia una goma para borrar pero lo empleaba pocas veces y con delicadeza en sus dibujos.

Tenia una melena morena que le cubría el rostro no dejando ver sus ojos almendrados, y vistiendo de negro como en un día de luto, yo me acerque hablar con ella, por mas que hablara nunca me respondía, solo seria el tiempo y un poco de paciencia. Seguí viéndola durante el curso pero me ignoraba, estaba muy pendiente de sus dibujos de su vida a través de un tarro de cristal lleno de pinceles de tonos grises y vida angustiada. Yo le dejaba notas en su mesa pero no las leía. Me tenia intrigado ¿a caso no le gustaba? ¿O era muy pesado? Lo cierto es que me atraía demasiado como para rendirme, ¿me atrevería a ser más descarado? Fue así me acerque a ella y le moví un poco el pelo y le susurré al oído le dije algo bonito, pero me apartó de su lado, suavemente me miró a los ojos y me preguntó que hacía, yo le dije que me gustaba mucho ella y sus dibujos, que tenían un estilo que no había visto nunca, ese no fue el día que conectamos pero mas adelante pudimos conocernos mas uno del otro.

Hablamos de nuestros sueños y desgracias, el sueño de ella sería hacer una exposición de sus dibujos no en sitio célebre si no en un sitio grande donde la gente pudiera ver su trabajo. Pero aparte de sus sueños también me contó cosas negativas de su tormentosa vida, lo que me contaba no era bueno, desde los quince años vagabundeaba por las calles y teniéndose que venderse para poder sobrevivir. Su tristeza se reflejaba en sus dibujos cada vez más pesimistas, con unas sombras tétricas alrededor de ellos. Su mundo estaba realzado en sus manos.

Yo cuando la miraba parecía que rompería a llorar y tendría que consolarla ¿pero yo que podría decirle?, si en esta vida todos tenemos problemas y no tenemos a nadie que nos escuche o por lo menos nos oiga. Tras unos momentos parecía estar más calmada, pude robarle una sonrisa con uno de mis dibujos que eran horribles y sin sentimiento.

Al día siguiente la clase cambió y nos separaron, pero yo siempre la veía desde lejos, reflejando la luz en ella. Tal fue el cambio que ya empezamos a dibujas personas y ella me tomó de modelo, pero no soy ningún adonis, a ella no le importaba, podía exteriorizar la belleza mas oculta de las personas al otro lado del papel, tal fue ese día que me dibujó y me puso por toda la clase no para humíllame si no para mostrar a la gente otro punto de vista. Su vida empezó a cambiar el modo en el que dibujaba, todo el resentimiento que en ella afloraba parecía que estaba cambiando, sus colores de la paleta no eran ya ni grises ni negros si no con tono de color especial.

Su forma de vestirse encajó en la medida, de parecer la reina de la ultratumba a una imagen mas acorde a todo con un nuevo dibujo de su personalidad, en el que se había dibujado a ella misma, pasando un capitulo amargo en su vida que ya pasaría. Susana cambió y también sus dibujos, esta vez algo distinto que ya los Ángeles podían volar.

1 comentario:

  1. Me encanta tu escrito, es una historia de amor preciosa. Sigue mandando mas historias.

    ResponderEliminar