"Llevaba la bolsa vacía pero siempre que entraba la mano en ella, era capaz de extraer la magia de las palabras para regalársela a todo aquel que las quería. Escribía por las noches, robándole horas al tiempo al sueño y a él mismo. Un día al entrar la mano descubrió con incredulidad que no podía sacar más palabras. Y lo peor era que necesitaba con urgencia las palabras, silencio, mañana, beso, mar y cielo. Esas por no citar otras de menor importancia para el escrito: Dos adjetivos, un adverbio, un verbo auxiliar, uno reflexivo. Que espanto."

miércoles, 23 de mayo de 2012

¿POR QUÉ?



 

Pronto cumpliré sesenta y dos años, y dentro de cuatro meses en Septiembre, hará los cuarenta que conseguí la medalla en la Olimpiada de Múnich en 1972. (No me dictes más hijo, ya lo cuento yo).
Ahora no sé, ha pasado mucho tiempo, ya no tengo ni buenos ni malos recuerdos, no tengo memoria, pero me dicen que la medalla la gané aquél día, es de bronce o de oro, yo entonces saltaba,... triple salto (gracias); fíjate, la arena aún la tengo en los ojos.
Cada día miro la medalla siempre en esa pared colgada, noto que me arrastra, que me lleva y me trae y me deja posos amargos, dos colores el rojo el negro y una palabra en medio, Septiembre.

 

 Micro relato XXVll Feria del libro
"COMO GANÉ MI MEDALLA"
Fuenlabrada Mayo 2012

 

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