"Llevaba la bolsa vacía pero siempre que entraba la mano en ella, era capaz de extraer la magia de las palabras para regalársela a todo aquel que las quería. Escribía por las noches, robándole horas al tiempo al sueño y a él mismo. Un día al entrar la mano descubrió con incredulidad que no podía sacar más palabras. Y lo peor era que necesitaba con urgencia las palabras, silencio, mañana, beso, mar y cielo. Esas por no citar otras de menor importancia para el escrito: Dos adjetivos, un adverbio, un verbo auxiliar, uno reflexivo. Que espanto."
lunes, 22 de noviembre de 2010
LÁGRIMAS por Eugenio Blazquez Sanchez
Te regala libertad
la que todo el mundo pide
a él le sobra;
su nombre es Nadie.
Como siempre agazapado
en su eterna espera,
por dentro y afuera,....el chirrido.
De su tiempo y del cartón
hace su sayo,
y también de cartón la cara,
la misma de ayer y de mañana.
Se va sin moverse,... vuelve.
Trae pintada una sonrisa,
pero sé que hoy al mirarme
me ha visto como siempre,
como espejo roto.
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