"Llevaba la bolsa vacía pero siempre que entraba la mano en ella, era capaz de extraer la magia de las palabras para regalársela a todo aquel que las quería. Escribía por las noches, robándole horas al tiempo al sueño y a él mismo. Un día al entrar la mano descubrió con incredulidad que no podía sacar más palabras. Y lo peor era que necesitaba con urgencia las palabras, silencio, mañana, beso, mar y cielo. Esas por no citar otras de menor importancia para el escrito: Dos adjetivos, un adverbio, un verbo auxiliar, uno reflexivo. Que espanto."

jueves, 3 de diciembre de 2009

TRES CONSECUENCIAS EN UN TIEMPO PECULIAR: por Rosa Morato Mondéjar

En el cine, nos susurramos besos sin tocarnos.

Un café puede alargarse tanto...tu voz mi cuerpo, tu cuerpo mi voz, - el café es lo menos - desean y esquivan el encuentro. Todo, al consumarse, ha sido negado antes.

En cualquier instante mis miedos se abren, tu alma se duele y el silencio respira. Campa a sus anchas.



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