"Llevaba la bolsa vacía pero siempre que entraba la mano en ella, era capaz de extraer la magia de las palabras para regalársela a todo aquel que las quería. Escribía por las noches, robándole horas al tiempo al sueño y a él mismo. Un día al entrar la mano descubrió con incredulidad que no podía sacar más palabras. Y lo peor era que necesitaba con urgencia las palabras, silencio, mañana, beso, mar y cielo. Esas por no citar otras de menor importancia para el escrito: Dos adjetivos, un adverbio, un verbo auxiliar, uno reflexivo. Que espanto."

viernes, 14 de octubre de 2011

CLARO DE LUNA por Eugenio Blazquez Sanchez

Palabras, palabras
viejas y usadas,
llenas de moho
y de inviernos.


No hay juncos en el rió,
Ni versos en la rivera.
Claro de luna,
Pasa despacio, cuando pases
por mi puerta.


En mi ventana es de noche,
Hay rosales caducos,
un disfraz,
y también,...una quimera.


Claro de luna,
quédate a solas conmigo,
vamos a volar,
a llenar los sueños,
y palabras,...mi maleta.




"La luz que enciende la palabra"
                 
                   Claro de luna